Edición Abreviada 2023
La cocina coreana es conocida y apreciada en todo el mundo por sus sabores y especias distintivas. El pueblo coreano ha desarrollado una cultura gastronómica diversa y única que se remonta a la antigüedad. La evidencia sobre las primeras prácticas alimentarias en Corea se obtiene mediante el estudio de restos arqueológicos de granos carbonizados y montículos de conchas. Los artefactos antiguos, como los aparejos de pesca, indican que los mariscos han sido durante mucho tiempo una parte fundamental de la dieta. El arroz (bap, en coreano) es el grano principal en la comida coreana. Al igual que en muchos países asiáticos, en los que este cereal ha sido una fuente esencial de carbohidratos, Corea ha trabajado, de forma ardua, en el proyecto de reclamación de tierras y en garantizar un suministro de agua para cultivarlo. Algunos reservorios de la antigüedad muestran la larga tradición del cultivo del arroz.
Debido a una campaña de salud pública implementada en las décadas de 1960 y 1970, que alentaba a las personas a consumir granos mixtos, hubo un rápido incremento en el consumo de pan y fideos. Como resultado de ello, el arroz y el trigo son ahora los principales granos que consume la sociedad coreana. La mayor parte de este último cereal es importado, mientras que la producción del primero es autosuficiente; no obstante, el consumo de arroz ha disminuido debido a los rápidos cambios en la dieta y al aumento del interés social por la salud. En gran medida, la dieta coreana contemporánea se caracteriza por una reducción en el consumo de arroz y un crecimiento en el de verduras, frutas, carnes, pescado y productos lácteos.
Una característica distintiva de la cultura gastronómica coreana es el desarrollo de alimentos fermentados, como el kimchi, un plato de verduras aderezadas con sal, picante y otros ingredientes. En un inicio, este método se utilizó para preservar las verduras durante todo el invierno.
Las pastas de chile rojo (gochujang) y la de soja (doenjang), así como la salsa de soja (ganjang) son resultado de un proceso tradicional de fermentación y se emplean para darle sabor a los platillos coreanos. En la actualidad, con la intensificación de la urbanización y el deseo de comer fuera del hogar, en especial en las zonas urbanas, un número creciente de familias compra y consume kimchi, así como pastas y salsas coreanas que están disponibles a la venta. Debido a las plataformas comerciales en línea, esos productos fermentados han ganado popularidad en el mundo, tal como sucede con el kimchi y el gochujang.
Las dietas y los hábitos alimentarios están cambiando en Corea. En virtud de que hoy viven más inmigrantes y residentes extranjeros en ese país, se introducen y venden varios alimentos de otras culturas, a partir de las cuales se desarrollan fusiones creativas de alimentos extranjeros y coreanos.
de los Estados Unidos y Australia, mientras que el trigo para la alimentación animal se importa de Ucrania y Rumania. La producción de arroz es ahora autosuficiente debido a los cambios en la cultura alimentaria; sin embargo, Corea aún importa este cereal de muchos países, incluidos China y los Estados Unidos, debido a una cuota de importación obligatoria por tratados de libre comercio. Los frijoles, incluida la soja, se importan de los Estados Unidos y Brasil, mientras que el maíz, de Serbia, los Estados Unidos y Brasil.
Los ingredientes para la elaboración de galletas, bocadillos, pasteles y pan se importan de China. Los dulces llegan de países europeos como Alemania, España y Bélgica; por su parte, la goma de mascar se importa de Malasia e Indonesia.
Con la creciente tendencia a comer fuera de casa, diversos tipos de restaurantes se vuelven más populares, pues además de los coreanos, chinos y japoneses, han surgido los occidentales, ampliando la oferta de establecimientos con panaderías, pizzerías, cafeterías, venta de hamburguesas, sándwiches, pollos, refrigerios y gimpbap. En los últimos años, el número de restaurantes de este tipo ha aumentado de manera constante y muchos constituyen franquicias.
En Corea, el consumo de café per cápita es mucho más alto que el promedio mundial y continúa en aumento. El mayor volumen de importación de este grano proviene de los países de América Central y del Sur, como Brasil; también de Vietnam, en el sureste asiático, y de países africanos, como Etiopía. |