Seúl ha experimentado un rápido aumento de su población y superficie en los tiempos modernos. Durante la dinastía Joseon (1392-1897), la ciudad se llamaba Hanseong; estaba rodeada por una muralla y se integraba por cinco distritos internos denominados -bu que conformaban el centro político y administrativo. Mientras, los distritos exteriores, llamados Seongjeosimni, se extendían aproximadamente cuatro kilómetros fuera de los muros de Hanseong. A finales del siglo XIX, la población de la ciudad superaba los 200 mil habitantes. Al término de la dinastía Joseon (finales del siglo XIX) y hasta el dominio colonial japonés (1910-1945), los límites de Seúl se ampliaron a medida que se construían vías férreas y tranvías. Una enorme zona residencial se erigió para alojar a los japoneses que se mudaron a Corea y a los agricultores coreanos que emigraron a la ciudad durante este periodo. Después de liberarse de Japón, en 1945, la población de Seúl era casi de 900 mil y continuó creciendo hasta alcanzar un millón 700 mil personas antes de la Guerra de Corea en 1950, cuando la población coreana que residía en el exterior durante la época colonial regresó a Corea.

 

 El área administrativa de Seúl se ha modificado ocho veces desde el primer plan urbano de 1936, lo que ha resultado en la expansión de los distritos urbanos. En 1943, la organización urbana era de siete distritos (-gu) y la población de Seúl aumentó de forma considerable, incluso antes de la industrialización de Corea. El crecimiento demográfico se aceleró aún más luego de la década de 1960, con la mencionada industrialización. Tal concentración de población se tradujo en el desarrollo de suburbios fuera de la ciudad y la posterior apertura de la red del metro facilitó la expansión urbana. El área de Seúl, desde 1995, es de 605 km², que equivale a 0.6% del territorio nacional; para 2019, consta de 25 distritos autónomos (-gu) que engloban a 424 subdivisiones administrativas (-dong).

 

 Así como Seúl, otras seis ciudades metropolitanas han tenido incremento en su población y han expandido sus áreas administrativas. En 1995, las ciudades metropolitanas, que servían como ciudades centrales en sus regiones locales respectivas, se reorganizaron incluyendo a sus áreas circundantes y se transformaron en ciudades autónomas.