Edición Abreviada 2023

Historia cultural

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 La música, la literatura o el arte, entre otras manifestaciones, contribuyen a definir la cultura de un grupo de personas y lo hacen único. La cultura puede incluir prácticas cotidianas como la cocina, el idioma, los deportes, las actividades escolares, las interacciones interpersonales o el comportamiento social. En el mundo actual, numerosos grupos humanos han perdido algunas de sus características anteriores al asimilar prácticas de otros lugares. Corea ha sido capaz de conservar muchos aspectos de su cultura antigua, al mezclar lo tradicional con lo moderno, bajo una esencia coreana.

 

 A escala mundial, la gente reconoce y aprecia la cultura coreana. El taekwondo, un arte marcial coreano, es promovido por diversas organizaciones internacionales para su práctica. Además, en muchos países, los restaurantes coreanos sirven comidas tradicionales como kimchi y bibimbap. Con la difusión del entretenimiento a través de Internet, la música k-pop y los dramas coreanos ahora tienen fanáticos entusiastas en todos los continentes. Los avances en la industria manufacturera de Corea le han dado una reputación de competencia en alta tecnología. Existe un creciente interés en relación con lo coreano, con beneficios tanto para Corea como para el resto del mundo.

 

 El entorno físico de Corea ha ayudado a dar forma a una cultura nacional única que ha florecido durante siglos. Su ubicación peninsular mantuvo a Corea separada del resto de Asia para desarrollar su propia cultura, mientras que la comunicación a través de los mares circundantes fomentó un rico intercambio de ideas con otros países en la región. El terreno variado y los patrones climáticos estacionales han influido en los estilos de vestimenta, los tipos de alimentos y la arquitectura. En esta última, la península coreana es uno de los territorios con la más alta densidad de población en el mundo, lo que ha favorecido la construcción de viviendas y urbanizaciones con una concentración demográfica superior a la media, así como un sistema de transporte público contemporáneo y eficiente. Una gran densidad poblacional también ha sido fundamental para apoyar el crecimiento de las industrias manufactureras y tecnológicas. Corea representa un ejemplo de crecimiento inteligente para el mundo a medida que se vuelve más poblada y urbanizada.

 

 En las últimas décadas, la separación entre Corea del Sur y Corea del Norte ha creado diferencias culturales en ambos lados de la Zona Desmilitarizada. Mientras que Corea del Sur se ha beneficiado de una mayor apertura e interconexión con el resto del mundo, Corea del Norte se encuentra más aislado. Incluso, el lenguaje ha comenzado a divergir, originándose múltiples variantes lingüísticas con palabras o modos de hablar característicos de cada lado; no obstante, los pueblos de ambos países conservan muchas similitudes y todavía se consideran pertenecientes a la misma cultura.

 

 Durante miles de años, la cultura coreana ha puesto énfasis en el aprendizaje y la erudición. Corea tiene una tradición larga y distinguida en cartografía, disciplina considerada como la ciencia y el arte de elaborar mapas.

 

 El mapa de arriba fue dibujado por cartógrafos coreanos en 1402 e indica el conocimiento avanzado sobre Corea y el mundo en un periodo temprano. La península de Corea se representa en detalle a la derecha del mapa. China e India se muestran como una gran masa de tierra combinada en el centro. Japón es la isla en la parte inferior derecha. Mientras, en el extremo izquierdo, se dibujan los territorios de Europa y África muy deformados. En general, las tierras más alejadas de Corea están distorsionadas, menos detalladas y con menor precisión. El mapa fue uno de los mejores de su tiempo y refleja la perspectiva global y los intercambios culturales de la dinastía Joseon (1392-1897) en la historia de Corea.

 

 Los asentamientos humanos prehistóricos e históricos de importancia mundial en la península evidencian la larga historia coreana. Las Naciones Unidas han designado varios de estos lugares como parte de un programa global llamado Patrimonio Mundial Cultural y Natural, para identificar, celebrar y proteger importantes recursos históricos en beneficio de toda la humanidad. Algunos de esos sitios en Corea cuentan con dólmenes, grandes rocas apiladas vinculadas a la Edad del Bronce usados como marcadores funerarios. Las impresionantes tumbas reales de la dinastía Joseon, que se localizan en dieciocho lugares de Corea, expresan las cosmovisiones y los rituales de los periodos en que se construyeron. De igual forma, como sitios históricos relevantes, destacan un palacio, un santuario confuciano y varias fortalezas. Estos monumentos culturales, dispersos por el territorio coreano, atestiguan la historia larga y continua de una de las civilizaciones más antiguas de la Tierra.

 

 Los sitios del Patrimonio Mundial coreanos están distribuidos, de manera primordial, en el área central de la capital y en la provincia de Gyeongsangbuk-do. Debido a que Seúl ha fungido como la capital de la dinastía Joseon (1392-1897), se ubican allí diversos sitios históricos, como el Complejo del Palacio Changdeokgung, el santuario confuciano Jongmyo y las tumbas reales de la dinastía. Las instalaciones militares, situadas alrededor de Seúl, sirvieron para la defensa de la capital, entre las cuales destacan las fortalezas Hwaseong y Namhansanseong.

 

 Gyeongju en la provincia de Gyeongsangbuk-do también es notable como un destacado lugar histórico. Gyeongju fue la capital del antiguo reino de Silla (57 a.C.-935 d.C.) y aún posee una variedad de reliquias históricas, como la gruta Seokguram y el templo Bulguksa. Además, en Gyeongsangbuk-do, hay poblados históricos que se remontan a principios de la dinastía Joseon. Asimismo, existen dos sitios que son Patrimonio Mundial en Corea del Norte: los monumentos y sitios históricos en Gaeseong y el complejo de tumbas de Goguryeo.

 

 De igual modo, las aldeas tradicionales coreanas Hahoe y Yangdong, junto con el santuario real Jongmyo, son dignos de mención. La vida cotidiana en ellas obedece a las costumbres tradicionales coreanas. Los programas culturales en el santuario real demuestran las tradiciones confucianas de la familia real de la dinastía Joseon mediante distintas manifestaciones, como rituales, música y danza.