Edición Abreviada 2023
En Corea, la costa oriental presenta aguas profundas cerca de los litorales. Tiene playas estrechas con pendientes empinadas en las cuales la topografía costera y el fondo marino impiden el desarrollo de llanuras de marea o amplias plataformas continentales. En contraste, la costa occidental posee un relieve plano con llanuras de marea amplias. Éstas se clasifican según el tipo de sedimento predominante: llanuras arcillosas, arenosas y mixtas. También, pueden clasificarse por sus características geomorfológicas: las llanuras abiertas, que son afectadas de modo intenso por las corrientes de marea y las olas; las llanuras estuarinas, que se sitúan a lo largo de grandes desembocaduras de ríos; y las llanuras en bahías, las cuales rara vez se ven afectadas por las olas debido a sus ubicaciones más protegidas.
Los estuarios son zonas de transición ecológica donde el agua dulce y de mar se encuentran. Aunque albergan la mayor riqueza biológica del planeta, sus ecosistemas se deterioran cada vez más a causa de las diversas actividades humanas. En respuesta, Corea ha estado desarrollando estudios del estado actual de los ecosistemas en los estuarios con la finalidad de vigilar sus funciones ecológicas. Esas investigaciones han propiciado que se designe a ciertos estuarios como Áreas de Conservación de Ecosistemas Marinos o Áreas de Protección de Humedales Marinos. De 2004 a 2014, el Ministerio de Medio Ambiente completó una investigación detallada para veintiocho estuarios principales (como el Hangang y Tamjingang). En la actualidad, el Centro Nacional de Humedales de Corea está en proceso de emprender estudios para los demás estuarios.
Los mares coreanos tienen rasgos físicos, químicos y geológicos complejos, tales como las corrientes oceánicas estacionales, las mareas y las características topográficas; por ello, cuentan con una variedad de hábitats marinos con comunidades ecológicas únicas. Corea es una puerta de entrada al continente asiático; por ende, el pueblo coreano tiene una larga historia de comercio a través de los océanos. Con el paso del tiempo, las técnicas de navegación coreanas evolucionaron de manera notable, basadas en una profunda comprensión de las corrientes oceánicas, las mareas y los vientos.
Treinta especies de cetáceos y tres especies de pinnípedos se encuentran en Corea. Varias de éstas, como la ballena franca del Atlántico Norte, la gris, la jorobada, la azul, la de aleta, la sei (ballena boba), la de Bryde y el cachalote, entre otras, han sido declaradas especies en peligro de extinción. En esta categoría también hay otros mamíferos marinos como el delfín mular del Indo-Pacífico, la foca manchada, el oso marino ártico y el león marino de Steller. Recientemente, la marsopa sin aleta, que está experimentando una disminución drástica en su población, se ha agregado a esta lista. El delfín mular del Indo-Pacífico, la foca manchada, el lobo marino del norte y la marsopa sin aleta todavía se observan con frecuencia en aguas nacionales.
La pesca marina es una actividad importante para Corea. Los barcos despliegan redes de estibamiento y de arrastre para atrapar al pez cola de pelo de cabeza grande y la caballa española-japonesa del mar Amarillo; no obstante, en algunas áreas, la pesca de arrastre se prohíbe para evitar el daño al ecosistema marino. Por su parte, la actividad pesquera con redes de cerco, permite la captura de caballa y medregal japonés en el mar Namhae (situado en el estrecho de Corea) en primavera, pero se expande por el movimiento de los peces hacia el mar del Este y el mar Amarillo después del otoño. En el caso del calamar, su área de pesca se incrementa de julio a octubre, cuando alcanza el extremo oriental del mar del Este. Las actividades pesqueras se llevan a cabo dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y las aguas provisionales (delimitadas en el acuerdo de pesca entre la República de Corea y Japón). La producción pesquera ha ido en aumento desde 1998 y alcanzó un máximo de 2 835 000 toneladas en 2019. |